Italia defrauda contra el muro kiwi
0-1: Smeltz. 7'
1-1: Iaquinta (pen.). 29'
La campeona del mundo falló estrepitosamente en su segundo partido del grupo y sólo pudo sacar un empate contra una selección tremendamente inferior como es la de Nueva Zelanda. Este partido ha terminado de confirmar la no muy buena imagen que dieron contra Paraguay: una selección sin ideas en el centro del campo, que tira de veteranía para adecentar un juego poco plausible. Tras este resultado, se obliga a ganar a una Eslovaquia que también se juega el pase, aunque no nos termina de sorprender que Italia falle en una primera fase, pero desde luego las sensaciones son tremendamente malas.
Nueva Zelanda ya estaba muy contenta con estar en la cita mundialista, y se encontró un empate contra Eslovaquia en el tiempo de descuento. Con casi nula actividad ofensiva, el partido ante Italia se centraría en recibir lo más tarde posible el primer gol. Pero nada de eso, en el minuto 7 una falta lateral botada por Simon Elliott, que rozó Winston Reid (el héroe del primer partido) y todo un Fabio Cannavaro se comió el balón, dejando que Smeltz rematara para marcar el 0-1. Saltaba la sorpresa en Nelspruit.
Italia ni siquiera protestó el más que probable fuera de juego de Smeltz cuando la toca Reid (si bien luego el balón viene de Cannavaro), y reaccionó con inusitada prisa, buscando marcar como fuera. El asedio comenzó, pero Nueva Zelanda despejaba sin muchos problemas, hasta que en el minuto 28 el árbitro guatemalteco Carlos Batres (bastante fallón durante todo el encuentro) pitó pena máxima en una jugada en la de que Daniele De Rossi hizo mucho por irse al suelo en área neozelandesa. Iaquinta no falló y puso las tablas en el marcador, tranquilizando un poco a la parroquia transalpina.
Nueva Zelanda seguía a lo suyo: Rory Fallon buscó los melones que sus defensas le enviaban (aunque más de una vez usó el brazo para desembarazarse de los defensores), y si sonaba la flauta a balón parado buscarían el tanto; Italia, por su parte, llevaba el control del partido pero nunca pudieron derribar el muro neozelandés. No hizo falta que creasen un juego vistoso, pero en ningún momento dio la sensación de que tengan capacidad para hacerlo. Y con estas se llegó al descanso con empate a uno en el marcador.
Marcello Lippi no dudó y quitó a un inoperante Gilardino y a Simone Pepe para meter a Camoranesi y el pedido a gritos Di Natale, pero no funcionó: sin Pirlo, la selección azzurra no tiene quien cree juego y Camoranesi no es el hombre mas adecuado para ello. En la 2ª parte Italia comenzó con más movilidad, sobre todo por parte de Di Natale, pero el tercer cambio no esperó mucho: en el minuto 60 entró Pazzini por Marchisio y no había otra que ir a por todas.
Nueva Zelanda dispuso de dos ocasiones para marcar y estuvo a punto de hacerlo: en el minuto 63 Vicelich conectó una gran volea que pasó muy cerca del palo corto que defendía el portero suplente Marchetti (ya que Buffon tiene una hernia discal), y a poco del final, en el 83, el suplente Wood cruzó demasiado un disparo algo escorado y pasó rozando la portería italiana. Fue lo único que tuvieron los "All Whites" porque Italia se encargo de llevar el resto de ocasiones, si bien estas no fueron tremendamente claras y Paston desbarató todas con buenas paradas.
El partido agonizaba, Italia atacaba a la desesperada pero no consiguieron nada. El partido acabó, Nueva Zelanda lo celebró e Italia se lo juega todo a una carta contra Eslovaquia, y sin dar en absoluto una buena imagen.
Nueva Zelanda ya estaba muy contenta con estar en la cita mundialista, y se encontró un empate contra Eslovaquia en el tiempo de descuento. Con casi nula actividad ofensiva, el partido ante Italia se centraría en recibir lo más tarde posible el primer gol. Pero nada de eso, en el minuto 7 una falta lateral botada por Simon Elliott, que rozó Winston Reid (el héroe del primer partido) y todo un Fabio Cannavaro se comió el balón, dejando que Smeltz rematara para marcar el 0-1. Saltaba la sorpresa en Nelspruit.
Italia ni siquiera protestó el más que probable fuera de juego de Smeltz cuando la toca Reid (si bien luego el balón viene de Cannavaro), y reaccionó con inusitada prisa, buscando marcar como fuera. El asedio comenzó, pero Nueva Zelanda despejaba sin muchos problemas, hasta que en el minuto 28 el árbitro guatemalteco Carlos Batres (bastante fallón durante todo el encuentro) pitó pena máxima en una jugada en la de que Daniele De Rossi hizo mucho por irse al suelo en área neozelandesa. Iaquinta no falló y puso las tablas en el marcador, tranquilizando un poco a la parroquia transalpina.
Nueva Zelanda seguía a lo suyo: Rory Fallon buscó los melones que sus defensas le enviaban (aunque más de una vez usó el brazo para desembarazarse de los defensores), y si sonaba la flauta a balón parado buscarían el tanto; Italia, por su parte, llevaba el control del partido pero nunca pudieron derribar el muro neozelandés. No hizo falta que creasen un juego vistoso, pero en ningún momento dio la sensación de que tengan capacidad para hacerlo. Y con estas se llegó al descanso con empate a uno en el marcador.
Marcello Lippi no dudó y quitó a un inoperante Gilardino y a Simone Pepe para meter a Camoranesi y el pedido a gritos Di Natale, pero no funcionó: sin Pirlo, la selección azzurra no tiene quien cree juego y Camoranesi no es el hombre mas adecuado para ello. En la 2ª parte Italia comenzó con más movilidad, sobre todo por parte de Di Natale, pero el tercer cambio no esperó mucho: en el minuto 60 entró Pazzini por Marchisio y no había otra que ir a por todas.
Nueva Zelanda dispuso de dos ocasiones para marcar y estuvo a punto de hacerlo: en el minuto 63 Vicelich conectó una gran volea que pasó muy cerca del palo corto que defendía el portero suplente Marchetti (ya que Buffon tiene una hernia discal), y a poco del final, en el 83, el suplente Wood cruzó demasiado un disparo algo escorado y pasó rozando la portería italiana. Fue lo único que tuvieron los "All Whites" porque Italia se encargo de llevar el resto de ocasiones, si bien estas no fueron tremendamente claras y Paston desbarató todas con buenas paradas.
El partido agonizaba, Italia atacaba a la desesperada pero no consiguieron nada. El partido acabó, Nueva Zelanda lo celebró e Italia se lo juega todo a una carta contra Eslovaquia, y sin dar en absoluto una buena imagen.
Italia:
3- Antonio Di Natale
2- Gianluca Zambrotta
1- Riccardo Montolivo
Nueva Zelanda:
3- Mark Paston
2- Ryan Nelsen
1- Leo Bertos
No hay comentarios:
Publicar un comentario