domingo, 30 de enero de 2011
Zona de prensa, Baloncesto Fuenlabrada-Meridiano Alicante
Baloncesto Fuenlabrada 74-73 Meridiano Alicante
Victoria de infarto para el Fuenlabrada
Partido no apto para cardíacos en el Fernando Martín. Fuenlabrada, tras ganar en San Sebastián, y Meridiano Alicante, tras vapulear a Caja Laboral, se enfrentaban en un duelo que se presumía tan igualado como finalmente fue. Doellman tuvo en sus manos la canasta ganadora, pero finalmente Fuenlabrada se impuso por 74-73.
Todo a pesar de que durante la primera parte el Fuenlabrada fue amo y señor del encuentro. Con un Gustavo Ayón sensacional, que anotó 8 puntos en el primer cuarto y borró la zona visitante, y un Leo Mainoldi que tomó el relevo en el segundo, los madrileños no encontraban rival sobre el parquet. Mientras el partido se disputó en la pintura, se mantuvo igualado (19-14, min.10), pero cuando el juego se desplazó hasta el 6.75, Fuenlabrada se despegó en el marcador de una manera que parecía, sólo parecía, definitiva. Alicante llegó a estar hasta 17 abajo (38-21) tras tres triples consecutivos del argentino Mainoldi, pero Justin Doellman respondió y con dos triples al final del cuarto dejó el marcador en 43-31 al término de la primera parte.
A partir de ahí, el partido cambió radicalmente. Con el comienzo del tercer cuarto, Alicante salió absolutamente renovado de los vestuarios. Doellman conservaba la muñeca caliente del final del 2º cuarto, Urtasun se sumó a la fiesta y Fuenlabrada no fue capaz de responder al vendaval anotador del conjunto alicantino. Un parcial de 12-25 en el tercer cuarto adecentado por un postrero triple de Colom permitía a los de Vidorreta ponerse por delante (55-56, min.30) en el marcador por primera vez desde los inicios del primer cuarto. Fuenlabrada había dejado escapar casi 20 puntos de diferencia merced a una defensa que hizo aguas y un ataque precipitado, sin ideas y con una pobre circulación de balón.
Ahora llegaba el momento de la verdad. La inercia era para Alicante; la presión, toda, para Fuenlabrada. Y, por un momento, la presión pudo y mucho. Casi de salida, un parcial de 0-9 para Alicante, coronado por el sexto triple de Doellman que terminó con 27 puntos, ponía las cosas muy cuesta arriba para el conjunto local que necesitaba soluciones urgentemente. Volvieron a pista Valters y Ayón, y con ellos, el equipo volvió a recobrar el sentido. Volvieron a aparecer el tiro exterior y el pick&roll que habían funcionado en el primer periodo y el partido entró en los instantes finales con la máxima igualdad.
A tres minutos del final, Fuenlabrada consiguió volver a empatar el encuentro, pero Meridiano Alicante no se amilanó. Anotaron Hasbrouck y Rancik y respondió Valters desde el exterior. Quedaba medio minuto, Fuenlabrada estaba uno abajo, 72-73, y desperdiciaba su ataque, pero ahí estaba de nuevo Ayón, providencial, para hacerse con el rebote ofensivo y forzar dos tiros libres…que falló. El partido estaría ahí sí casi imposible, de no haber sido por que Leo Mainoldi se hizo con el rebote ofensivo, un rebote de oro para los de Salva Maldonado. Hubo tiros libres para Kristaps Valters, a falta de 7 segundos para el final, que el letón convirtió. Alicante tenía la última posesión, el balón para ganar, pero la suerte, que le había acompañado todo el partido, le fue esquiva a Doellman en el momento más inoportuno. 74-73, Fuenlabrada que consigue enlazar dos victorias consecutivas y ponerse con 11, y Alicante que, pese a la derrota, confirma y mantiene sus sensaciones a la alza.
74- Baloncesto Fuenlabrada: Valters (13), Laviña (6), Cortaberría (2), Guardia (3), Ayón (16) - Mainoldi (12), Kus (4), Colom (8), Biyombo (3), Rabaseda (7)
73- Meridiano Alicante: Llompart (9), Stojic (0), Hasbrouck (10), Rancik (10), Doellman (27) - Heurtel (2), Cazorla (0), Rejón (0), Andriuskevicius (5), Urtasun (10)
jueves, 20 de enero de 2011
El paso del ecuador (II): Los 'outsiders'
lunes, 17 de enero de 2011
El paso del ecuador (I): Los candidatos
Con Tim Duncan dando sus últimos coletazos, a Ginobili y Parker no les ha pesado la presión y han dado un gigante paso al frente. Tienen carencias en la zona, como la gran parte de los equipos NBA, pero las suplen con un perímetro que ametralla el aro rival desde los estilos más diversos: la clase de Richard Jefferson, la certeza de un tirador puro como Gary Neal o el efectismo del querido Matt Bonner. Todo funciona. Es cierto que los Spurs no dominan sus partidos a placer, incluso les cuesta cerrarlos, pero su record, el mejor de la historia de la franquicia, no deja lugar a dudas: son un aspirante al anillo. Los mimbres son, casi casi, los de siempre, falta por ver si lo de la temporada pasada fue un accidente o lo de esta un espejismo.
Los Celtics quieren la revancha de las apasionantes finales de la pasada temporada. Cada temporada se generan dudas sobre los de Boston, principalmente sobre la avanzada edad media de la plantilla y los problemas que eso pueda generar, pero año tras año se demuestra que sobre el parquet impera la clase y no unos dígitos en el carnet.
El equipo de los Goliat en las manos de David. El Big Three a las ordenes de un sophomore de los banquillos. Con 42 partidos jugados, podemos decir que el ritmo sabrosón de los Beach Boys de Miami es bailable...a ratos.
jueves, 13 de enero de 2011
Ruedas de prensa, Baloncesto Fuenlabrada-Blancos de Rueda Valladolid
Baloncesto Fuenlabrada 73-77 Blancos de Rueda Valladolid
El Blancos de Rueda Valladolid asalta el fortín fuenlabreño
Fuenlabrada y Valladolid. Valladolid y Fuenlabrada. Dos equipos con un mismo destino: la Copa del Rey. El partido, hoy sí, absolutamente definitivo. El que se hiciese con la victoria estaría en Madrid en Febrero y al que no, le tocaría rezar.
Y es Fuenlabrada quien finalmente se verá obligado a pedir turno en la sacristía y pasarse la semana rezando de rodillas para conseguir combinaciones de resultados que obren el milagro que los de Maldonado no fueron capaces de consumar hoy sobre la pista del Fernando Martín.
Con la baja de Batista, parece claro que la principal debilidad del Fuenlabrada está a día de hoy en la zona. Así lo entendió Porfirio Fisac, que durante todo el primer cuarto ordenó a sus hombres percutir por ese flanco de la defensa local, por medio principalmente de un inspiradísimo Nacho Martín que consiguió en el primer período 12 de sus 18 puntos en el partido. Se olvidaban por completo los visitantes de generar o buscar tiros exteriores, con el agujero en la zona fuenlabreña era suficiente para llegar al final del primer cuarto con 15-19 en el marcador tras un parcial de 0-10.
En el segundo cuarto, la situación para los locales no mejoró demasiado. Palió algo, sí, la hemorragia defensiva un Biyombo que en un solo partido se ha metido a toda la afición en el bolsillo. El africano intimidó y obligó a mover el juego de Valladolid hacia el exterior, pero allí estaba Diego García, también muy inspirado en el día de hoy, y clave en un parcial de 5-15 que ponía las cosas peliagudas a los madrileños que veían la Copa cada vez más lejos. Al descanso, 35-43 y caras largas en las gradas y jugadores. Como dato, el juego interior del Blancos de Rueda Valladolid sumaba al descanso diez puntos más de valoración que todo el equipo del Baloncesto Fuenlabrada junto.
Sin embargo, el tercer cuarto fue el de la reacción del Fuenlabrada. Consciente de lo que se jugaba, el ‘Fuenla’ salió con todo en la segunda mitad. Pero a pesar de la mejora en los porcentajes y en el flujo de anotación, seguía encontrándose enfrente al sólido equipo que ha montado en Valladolid Porfirio Fisac, digno de aplauso y reverencia. Un triple de Colom casi al final del cuarto ponía un 55-57 en el marcador que hacía presagiar el final de infarto que se avecinaba. Además, Valladolid y Fuenlabrada deberían afrontarlo con dos de sus jugadores claves con 4 faltas en su haber: Kristaps Valters y Marcus Slaughter.
Con el inicio del último periodo, volvió el joven Biyombo (18 años) a pista. Suyo fue el espectacular tapón que precedió a los tres tiros libres de Laviña que pusieron a Fuenlabrada de nuevo por encima en el marcador (61-59), cosa que no sucedía desde prácticamente el inicio del choque. Pero Valladolid respondió, y vaya que si lo hizo, por medio de dos triples, de Nacho Martín y Diego García que devolvieron la ventaja a los visitantes (61-65). Este último no debió subir al marcador pues estuvo precedido de un balón que los árbitros concedieron a Valladolid erróneamente.
Con el partido en su momento más caliente, apareció el hasta el momento desaparecido Robinson para clavar dos triplazos que enloquecieron a los pucelanos presentes en el Fernando Martín y pusieron un 68-73 ya muy difícil de voltear. Recortó distancias Davor Kus con dos tiros libres que debieron ser tres y a 20 segundos para el final Fuenlabrada tuvo la pelota para empatar o ponerse por delante, pero Juan Carlos Arteaga señaló una falta en ataque a Kristaps Valters que vieron él y poca gente más en el pabellón y que permitió a Valladolid vivir cómodamente los últimos segundos tras los tiros libres anotados por Stephane Dumas. Al final, 73-77 para Valladolid, que certifica su pase para la Copa del Rey y Fuenlabrada que se resigna a confiar en que las carambolas le permitan estar presente en el Palacio de los Deportes el próximo mes de Febrero.
73- Baloncesto Fuenlabrada: Valters (15), Laviña (5), Cortaberría (5), Guardia (2), Ayón (18) - Mainoldi (6), Kus (10), Colom (6), Biyombo (2), Rabaseda (4).
martes, 4 de enero de 2011
A la deriva en el Manzanares: la era Gil
¿Y para qué todo este repaso de la historia? Pues para demostrar que lo que tenemos en la actualidad no es más que el remanente de 20 años desastrosos en cuanto a gestión económica y deportiva. Que un club grande como el Atlético haya tenido que soportar el "caso camisetas", los "negritos" y decenas de fichajes cuyo único fin eran enriquecer ciertos bolsillos es un bochorno. El paso por Segunda fue traumático, y el agujero económico sigue abierto, gracias en parte a la paupérrima gestión de Enrique Cerezo, un productor de cine dirigiendo al tercer club de más éxito en España. La mitad del dinero en fichajes se va a Hacienda; la venta del Calderón, a pesar del rechazo de la mayoría de la afición, es calificada de "negocio redondo", mientras que paulatinamente las declaraciones van siendo más y más pesimistas, hasta llegar a tener que oír que el Atlético no ganará nada con el cambio de estadio.
Pero no quiero extenderme con la situación económica, ya que es más compleja de lo que parece y escapa al entendimiento del aficionado de a pie. Vayamos a lo que más nos apasiona: el deporte mismo. Estamos en la 9ª temporada en Primera desde que el Atleti regresó, y el bagaje es deprimente: dos cuartos puestos (para una entidad que, recordamos, tiene un cuarto puesto como posición MEDIA desde que cambió su nombre de "Atlético Aviación" a "Atlético de Madrid") como mejor posición, una final de Copa, dos participaciones en Champions y 3 en UEFA / Europa League. Los títulos del año pasado maquillan el panorama, pero a todo el mundo le dio la impresión de que se trataban de hechos aislados, combinando la calidad del plantel con el nuevo ánimo que insufló el cambio de entrenador y la dosis de suerte necesaria en este tipo de torneos.
Los nombres de los jugadores que han pasado por la entidad estos últimos años asustan; pero no por la grandeza de los mismos, sino por lo mediocres, inexplicables y rematadamente malos de la gran mayoría. Por citar unos cuantos nombres: Dobrowolski, Pilipauskas, Bogdanovic (por el que los Gil tuvieron que declarar en el juzgado), Richard Núñez, Wicky, Nimny, Celso Ayala, Venturin, Tilico, ‘Juanchi’ González, Iván Rocha, Novo, Pilipauskas, Richard Núñez, Maguy, Moacir, Prodan, Torrisi, Njegus, Frascarelli, Lukic, Tomic, ‘Pollo’ Olivera, Hugo Leal, Rodrigo Fabri, Dani, 'Pato' Sosa, Kosecki, Rodax, Eller o Cléber Santana. Jugadores perfectamente válidos para un equipo de media tabla, pero no para un club que debería optar a ganar títulos todos los años. Y ahora, la nefasta planificación estrena su última función: Simão y Jurado, dos de los pocos jugadores del Atlético que podían desenvolverse medianamente en la mediapunta (o la banda izquierda), son vendidos.
En cualquier otro club, la venta de dos jugadores de la misma demarcación habría conllevado el fichaje urgente de otro par de extremos, o al menos de uno más un chaval de la cantera. Pero en el Manzanares las cosas se hacen de otra manera: todavía queda mercado invernal (un sitio donde no hay muchas soluciones), pero la impresión es que ni va a haber refuerzos ni subirá gente del filial, el cual las pasa canutas para salvarse en 2ª B, para qué hablar de subir a los chicos a Primera. No obstante, el Atlético, especialista en salir de Guatemala para meterse en Guatepeor, intenta hacer creer a la afición por medio de su presidente Cerezo y de su director deportivo Gil Marín* que están negociando duramente para traerse a una estrella que nos vendrá como agua de mayo, aunque el esfuerzo sea titánico. ¿Que de quién estamos hablando? De Juanfran, jugador de Osasuna. Efectivamente. Sigamos con las medianías. Con todos mis respetos para la entidad navarra, ¿quién se quiere creer que un jugador de un equipo que lucha por no bajar va a ser quien sustituya a Simão y Jurado?
No seré nunca el primer defensor del portugués ni del gaditano, debido en parte al nulo desborde del primero en los últimos tiempos y a la poca regularidad en el juego del segundo (a pesar de haber participado en todos los partidos la pasada campaña). Pero está claro que si la plantilla es corta, vender a dos jugadores sin traer recambios es un suicidio y a toda costa habría que haberlos mantenido. Y por si Juanfran no fuera poco, el Atlético también ha hecho algo que últimamente gusta mucho de hacer, que es explorar en mercados extranjeros y encontrar jugadores desconocidos: Elías y Miranda, centrocampista y central respectivamente, son 2 ejemplos más del juego de Gil Marín y cía: cual videojuego de mánager de fútbol, seleccionan en el filtro "coste del jugador: menor de 6M €", y fichan a los jugadores esperando que se produzca un milagro y resulten ser maravillas, algo que ni siquiera Monchi, director deportivo del Sevilla y experto en esas lides, es capaz de hacer siempre. Lo que ocurrió con Pantic (para quien no le conozca, un desconocido bajito que llegó el año del doblete y conquistó a la afición hasta tal punto de tener en la esquina un ramo de flores en recuerdo a su magistral golpeo a balón parado) ocurre una vez cada mucho tiempo, pero la directiva intenta que sean así todos los fichajes. Elías y Miranda no deberían ser excepciones, son dos incógnitas que no cubren nuestras vacantes: un organizador (¿de veras es nuestra solución un brasileño desconocido?) y un extremo zurdo. Es más, la foto del primero posando con cierta bufanda en la presentación evoca un desastre más como el del Pato Sosa, cuando se tropezó en sus primeros toques al balón; un mal presagio de lo que efectivamente vendría.
Así, entre la mediocridad, una directiva de dudosa fiabilidad y unos resultados alejados de los objetivos, que son acabar terceros y conquistar un título, la nave rojiblanca vuelve a encallar. El Atlético, un navío inestable capaz de derribar a la mejor flota y a la vez de hundirse con una facilidad pasmosa, navega a la deriva por el Manzanares, mientras sus más fieles marineros recuerdan batallas pasadas. No obstante, si la capitanía del barco la siguen teniendo los Gil, me temo que la fragata colchonera seguirá viajando sin rumbo.
* Puede parecer una broma pesada que le den el trofeo como mejor gestor en todo el mundo, pero desde luego ganar dos títulos con el dinero invertido en fichajes parece significar que Gil Marín ha acertado con los fichajes...
Por último, felicitaros a todos los seguidores del blog (¡6000 visitas ya!) el Año Nuevo, y esperemos que el 2011 nos dé más satisfacciones que el 2010.