jueves, 26 de agosto de 2010

A Turquía con dudas

El Sábado, España se estrena ante Francia en el Mundobasket de Turquía 2010, y lo hace tras recibir la durísima noticia de la lesión de José Manuel Calderón, sustituido a última hora por Raúl López. Desde la mayor objetividad posible, analizamos a continuación la estructura del equipo, sus puntos fuertes y sus puntos débiles.

Bases: Dejando de lado la lesión de Calderón, percance imposible de preveer, en el puesto de base se ha cometido un error de bulto en materia de planificación. Si la idea de Scariolo desde un principio ha sido la de formar una selección con dos bases puros (Calderón y Ricky) y uno o varios hombres que pudiesen desempeñar el puesto de 1 en momentos puntuales (Llull, incluso Navarro o forzando mucho la máquina Rudy), se antoja necesario que entre los últimos quince hubiera algún otro base con el que trabajar y tener preparado de producirse, como se ha producido, alguna lesión de última hora. Pero no ha sido así, y a menos de una semana para el comienzo del Mundial nos hemos encontrado sin base suplente y hemos tenido que recurrir a Raúl López. La elección es lógica, el jugador conoce perfectamente lo que Scariolo quiere de él, lleva ya varias semanas de entrenamiento con su equipo, el Khimki (también entrenado por Sergio Scariolo) y forma parte del grupo que se proclamó campeón de Europa el pasado año. Para mí no es el mejor base de los que quedaban libres (Sada) ni el que deportivamente más encaja en el equipo, pues no supone un gran contrapunto a Ricky (Sergio, Cabezas), pero quizá sí el único cuya inclusión en el grupo fuera viable a estas alturas, pues ninguno de los otros tres tiene ritmo ninguno de entrenamiento ni tono físico y el campeonato arranca en tres días. La solución habría sido contar con alguno de ellos para la preparación, en la que seguro habrían aportado más que, por ejemplo, Pablo Aguilar.

Así las cosas nos encontramos con una pareja de bases (la mayoría de selecciones llevan tres) un tanto atípica y no demasiado complementaria, aunque el rendimiento de Raúl con la selección nunca ha sido malo. En los primeros partidos, hasta que el de Vic se integre por completo en el grupo, serán claves las aportaciones de Llull al puesto de base, aunque Scariolo cuente con él como un dos con todas las consecuencias. Con la baja de Calderón perdemos amenaza de tiro exterior pues ni Ricky ni López son grandes especialistas, pero ganamos en intensidad. Rudy y Navarro tendrán que ponerse las pilas desde la línea de tres puntos.


Aleros: Aquí no falta nadie, son todos los que están y están todos los que son. Para el puesto de 2 la magia de Juan Carlos 'La Bomba' Navarro y los minutos de refresco de Sergio Llull. Una pareja de armas tomar, frenética, asesina, agotadora y fascinante, capaz de revolucionar cualquier partido en cualquier situación y durante mucho tiempo. Donde el resto de selecciones cuentan con pistolas, escopetas o escopetas de feria, nosotros tenemos un AK-47 imbatible, capaz de disparar durante horas sin encasquillarse una sóla vez y que termina por desconcertar al enemigo más ferreo. Capaces de reventar zonas como quien chupa un caramelo o de sacar cinco faltas en dos minutos contra defensas individuales, son sin duda nuestra mejor carta de presentación. En el puesto de 3 otro que perfectamente podría entrar en esa definición: Rudy Fernández, otro artista del ratatá y el vuelo. En ataque es capaz de todo y en defensa cada vez de más, le necesitamos al 100%. Un Rudy como el de Portland sería una muy mala noticia para nosotros, pero nunca se ha visto a ese Rodolfo con España y debemos de confiar en que una vez más será así. Me atrevería a decir que la gran mayoría de nuestras opciones pasan por sus manos y, sobre todo, por su cabeza. Si falla, como diría Mourinho, tendremos un problema. El relevo no es claro ni tiene la capacidad de asumir los galones que asume el balear. Confiar en Alex Mumbrú es algo que, a día de hoy y nunca entenderé por qué, solamente hace Sergio Scariolo y a San Emeterio, pese a su indudable calidad y valía, aún le queda algo grande una empresa tan mastodóntica como ser la referencia española en un Mundial. Por eso, Rudy, sé tú y olvida tu año negro, contagiate de la pasión y el espíritu pasados, metete en una habitación a ver videos de 2008 y 2009 sin descanso, pero no falles.

Pívots: Simplemente, se hace imposible no acordarse de Pau Gasol. Sin él nos asaltan dudas, muchas, ¿será capaz Marc de asumir el rol de líder? ¿será suficiente nuestra rotación interior? La verdad es que el asunto está difícil. La teórica pareja titular, o que más minutos dispute: Felipe-Marc, no es sospechosa de no estar al nivel, todo lo contrario, pero los problemas vienen después. Hablando claro, Jorge Garbajosa ya no está para estos trotes, ni física, ni deportiva ni me atrevería a decir que mentalmente. No sé si Scariolo puede ver en Rusia los partidos del Real Madrid, pero es evidente para cualquiera que las últimas temporadas del madrileño no ofrecen el nivel necesario para ser una pieza se supone que clave en una selección que aspira a ser campeona del mundo. También puede contar Scariolo con Claver, pero por experiencia y rol en el equipo su papel raramente pasará de ser testimonial.

En el puesto de 5 con Marc nos aseguramos al mejor pivot de la competición y con Fran Vázquez un recambio bipolar. De lujo cuando está enchufado y metido en el partido pero anárquico y caótico cuando la pasión le supera y entra en cortocircuito. Afortunadamente esto último es cada vez menos habitual y la mentalidad de juego del gallego progresa adecuadamente. Con Fran enchufado recuperamos parte de esa fuerza, intimidación y potencia que perdemos con la baja de Pau, con todo lo que significa eso. El óptimo rendimiento del pivot barcelonista será otra de los pilares maestros a la hora de completar este puzzle. Yo confío en él.

Así pues y pese a todo, España es para mí la gran favorita del campeonato incluso por encima de Estados Unidos. Si el año pasado nos sobrepusimos a la ausencia de Calderón, este año el reto es mayor y a la del extremeño tenemos que unir también la de Pau. Pero no hay que dramatizar, sólo hace falta mirar a Alemania sin Nowitzky; a Francia sin Parker; a Australia sin Bogut; a Serbia con una selección casi junior o a Estados Unidos sin ninguna de sus estrellas para comprender que los hay que están peor que nosotros.

Nuestro punto fuerte, la constancia de nuestra rotación exterior que nos convierte en un martillo pilón que en cualquier minuto de despiste se despega en el marcador irremediablemente. Virtud esta aparentemente sencilla pero contra la que muy pocos tipos de defensa pueden combatir, y ninguna selección parece llegar a la competición en un nivel físico exquisito.

Nuestro punto débil, quizá la corta rotación interior y la dificultad que nos encontraremos para defender quintetos altos y fuertes.

Confeti para España.

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