martes, 5 de octubre de 2010

El momento más difícil de Contador


50 picogramos de clembuterol, o lo que es lo mismo: 0,00000000005 gramos por mililitro es la cantidad encontrada en los análisis realizados al pinteño Alberto Contador en el pasado Tour de Francia. ¿Qué es el clembuterol? A efectos clínicos es principalmente un broncodilatador, usado comunmente para mejorar la respiración en asmáticos. A efectos prácticos deportivos es un aumentador de la temperatura corporal que propicia el aumento en el consumo de calorías. No es el primer caso de positivo por clembuterol en el mundo del ciclismo, el sprinter italiano Alessandro Petacchi ya fue sancionado durante un año por utilizar esta sustancia, y en otros deportes destacan los casos de la alemana campeona mundial de 100 metros lisos Katrin Krabbe, que fue sancionada por dos años o del tenista Mariano Puerta, sancionado nueve meses.

El ciclismo vive envuelto en un estado de excepción. La presunción de inocencia no existe, todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Los ciclistas viven sometidos a un acoso y presión incomparables a ningún otro deporte, y sin embargo es el que goza de menos credibilidad, pese a que el porcentaje de positivos detectados por año representa una cantidad ínfima del total de profesionales que integran el pelotón internacional. Por supuesto esta ausencia de crédito se da entre los aficionados temporales, los que recuerdan que el ciclismo existe apenas dos veces al año. Entre los fieles, a nadie le deja de parecer heroico el esfuerzo de deportistas titánicos, del primer al último, por tener 0,00000000005 gramos de clembuterol por mililitro o tener un nivel de hematrocrito del 51% en lugar de un 47%. No son criminales, basta ya de lapidaciones.

Lo cierto es que el punto de mira siempre se centra sobre los grandes totems de este deporte, todo el mundo quiere tumbar a Armstrong, desprestigiar a Induráin...hacerse notar en definitiva, ahora le toca a Alberto, sea inocente o culpable, lidiar con ese miura de pitón derecho francés e izquierdo alemán.

Claro que siempre estará al rescate la cuadrilla patria de subalternos. Los medios españoles se aferran a la historia del filete, muchos tratan de tranquilizar a su público anunciando cada día que Contador saldrá impune y que la sanción es poco menos que una utopía. Son todo elucubraciones y en estos momentos lo mejor es no fiarse de nadie y esperar, sobre todo esperar.
En opinión de un humilde servidor, el asunto pinta en bastos. Volvemos sobre el estado de excepción al que es sometido este deporte. Si Rasmussen fue expulsado del Tour de Francia cuando iba líder y sancionado sin haber dado positivo en ningún control, si se sanciona en base a motes y con poco menos que nubes de humo como prueba, la UCI no puede permitirse dejar impune un caso en el que las pruebas médicas son claras tanto en el primer como en el contraanálisis. Absolver a Contador sería a mi entender un golpe más duro para la UCI que sancionar al español, daría muestra de una poco aconsejable arbitrariedad y muchos ciclistas podrían verse afectados por un agravio comparativo. Y tenemos que aceptarlo.

Ojalá me equivoque y se demuestre que la culpa es de una vaca euskaldún, pero hay demasiados cabos sueltos en esa historia. ¿Sólo comió filete Alberto, y no el resto de sus compañeros de equipo? ¿Por qué aparecen restos de plástico en la muestra recogida el día anterior? Parece que la opción de la autotransfusión que comenzaba a apuntarse hace unos días gana fuerza. Son añadidos que van afeando el proceso cada vez más y que posiblemente no desemboquen en nada bueno para el ciclista madrileño. Deseo equivocarme.
Confeti para el ciclismo.

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