miércoles, 14 de septiembre de 2011

Baloncesto Fuenlabrada 85-57 Blancos de Rueda Valladolid

El Fuenla vuelve por la puerta grande

Volvió Porfirio Fisac a reencontrarse con su ex equipo. Volvió Luis Casimiro a la que fue su casa muchos años. Volvió el azul de la camiseta al Fernando Martín. Tantas cosas volvieron que el baloncesto eléctrico y letal del Fuenlabrada del año pasado no iba a ser menos, y también hizo acto de presencia. Y de qué manera. Valladolid aguantó dos cuartos antes de que el chaparrón se acrecentara hasta el 85-57 final.

Sin Penney, recién llegado, ni Sené, que llega hoy tras solucionar sus problemas de visado, Fuenlabrada no sufrió para imponer su ritmo desde el principio. Lo hizo en primera instancia ahogando al Valladolid en la zona, donde sufre más. Los de Casimiro necesitan a un 5 como el comer, de los de verdad. Sin él, se encontrarán con los mismos problemas que hoy, con el equipo rival dominando el rebote y generando canastas interiores con relativa facilidad. Si además, sus cañoneros no están entonados en ataque, el desastre es predecible. No obstante, al final del primer cuarto el dominio fuenlabreño sobre la pista no se traducía explícitamente en el marcador: 18-13.

El segundo empezó con el ‘Fuenla ‘ engrasando los cañones. Muñoz y Cortaberría se convertían en los improvisados artilleros de la escuadra de Fisac y llevaban el partido a la brecha de la ruptura (25-17). Reaccionó, esta vez sí, Blancos de Rueda. Mostró los que a día de hoy, sin un cinco, son sus argumentos: Diego García martilleando desde el 6.75, intensidad en todas las líneas y aprovechamiento de la versatilidad y la potencia del francés Touré. Fuenlabrada aguantó bien el intercambio de canastas, pero aun así los visitantes consiguieron llegar al descanso por encima en el marcador merced a dos triples de Touré y Robinson: 35-36.

En el descanso, Fuenlabrada abrió las ventanas y aprovechó para ventilar. Valladolid volvió a la pista oliendo a sudor. Tres buenos ataques y tres buenas defensas del Fuenlabrada sirvieron para desconcertar a los de Casimiro, que se perdieron en un mar de imprecisiones, pérdidas, tiros fuera de sistema y nerviosismo. Fuenlabrada no perdonó ni uno solo de esos errores y al contraataque destrozó las aspiraciones vallisoletanas sin mostrar reparo. Vega, Muñoz, Laviña, Colom, todos sumaron para el bestial parcial de 24-0 que hundió al Valladolid y al partido en general. Diego García lo cortó con un triple, pero la reacción ya no era posible. El 59-43 lo dejaba claro.

Todo eran buenas noticias para el Fuenlabrada, de no ser por la inoportuna lesión de Ayón, a mediados del tercer cuarto. Un mal apoyo en la caída de un salto le apartó de la cancha aquejado de su tobillo derecho.

El último período sirvió de reválida. Sirvió para que Fuenlabrada comprobase que Barton  debe ser capital, que la cantera pisa fuerte y que por detrás vienen chavales como Kohout y Casas pidiendo sitio. También para que Valladolid ratificase sus virtudes, que las tiene, y dejase claros sus defectos,  que son más, con la esperanza de que el mensaje cale y la solución llegue pronto. Al final, 85-57 que satisface a unos y preocupa a otros. Queda tiempo, pero cada vez menos.

85 – Baloncesto Fuenlabrada: Colom (4), Casas (7), Barton (9), Ayón (10), Mainoldi (5) – Kohout (7), Laviña (6), Vega (10), Laso (6), Cortaberría (9), Sánchez  (2) y Muñoz (11).

57 – Blancos de Rueda Valladolid: Dumas (2), Robinson (8), Umeh (0), Touré (8), Martín (10) – García (14), Uriz (4), Jhornan (0), I.López (4), Tx.López (2), Seawright (5).

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