En los últimos años, la NBA no suele ofrecer sorpresas en forma de campeones inesperados o milagros inexplicables. De hecho, si en la anterior entrega hablábamos de Lakers, Celtics, Heat y Spurs, es obligado fijarse en los campeones de los últimos diez años: 4 veces Lakers, 3 veces Spurs, 1 vez Celtics, 1 vez Miami y, como nota discordante, una vez los Detroit Pistons, ante los propios Lakers en la 2003/2004.
Sin embargo, la variedad de finalistas si que es algo mayor. Por las finales de la NBA han desfilado últimamente Orlando, Dallas, Cleveland, Detroit o, si retrocedemos a los inicios de la década, los New Jersey Nets. Cada temporada un buen número de franquicias se esfuerzan por ser la primera opción en el caso de que algo no salga según lo previsto. Hay algunas que parecen abonadas a ese papel, otras que aparecen y desaparecen según el año, pero todas representan una amenaza para el poder establecido y aumentan exponencialmente el nivel competitivo de la Liga.
Chicago Bulls: 30-14
Si en los Celtics habábamos de Rondo, aquí estamos obligados a hacerlo de Derrick Rose. El #1 de los Bulls es, para muchos, candidato firme al MVP de la temporada. Su electricidad, su decisión y su enfermiza obsesión por jugar y hacer jugar están llevando a un equipo en crecimiento a los puestos nobles de la NBA. Si al lado le pones a un compañero de viaje como Carlos Boozer y la sociedad funciona, hay motivos más que de sobra para que una afición algo aletargada en los últimos años vuelva a despertar con fuerza.
El equipo, a diferencia de muchos en la NBA, es ordenado, tiene criterio y personalidad sobre la pista. Además, la presencia en el banquillo de un especialista defensivo como Thibodeau termina de guarnecer un plato que va cogiendo cuerpo, que no es todavía parte del menú principal pero que puede serlo de aquí a un par de temporadas. Bon apetit.
Dallas Mavericks: 28-15
La temporada para los de Rick Carlisle está siendo, cuando menos, extraña. Comenzaron a un nivel estratosférico, con Dirk Nowitzky pletórico, Caron Butler a muy buen nivel y la incorporación de Tyson Chandler que por fin ponía kilos, trabajo y calidad en el centro de la zona texana. Junto a San Antonio fue la auténtica revelación del inicio de la temporada, pero de repente llegaron las lesiones de Dirk (temporal) y de Caron Butler (para toda la temporada), y el chiringuito se desarmó.
Donde había confianza pasó a haber cierto canguelo y el peso de las derrotas ha ido minando poco a poco la moral del equipo. Pero si algo tienen estos Dallas Mavericks es experiencia a sus espaldas y años de juego suficientes para saber que las rachas, tanto las buenas como las malas, son eso, rachas. Fueron capaces de romperla frente a los Los Ángeles Lakers. Terry ha dado un paso al frente ante la baja de Butler y el bajón físico de Jason Kidd, aunque pese a todo se le prefiere seguir manteniendo como sexto hombre y revulsivo.
Además, los Mavericks parecen ahora entrar con fuerza en la lucha por el trade de Carmelo Anthony. Tendrán que pelear duro con los Knicks, pero de conseguirlo, quizá habría que sacarlos del grupo de los 'outsiders' y meterlos de lleno en el de candidatos al anillo. Veremos.
Oklahoma City Thunder: 28-15
Durántula y compañía están demostrando que lo de la pasada temporada fue el comienzo de algo importante. Aquella serie contra los Lakers puso a Oklahoma en el mapa con letra mayúscula y esta temporada los Thunder están reescribiendo su nombre en negrita.
Con el mayor anotador de la Liga en tus filas y complementos de oro como el chico para todo Westbrook, el bestial físico de Ibaka, la barba mágica de James Harden, es fácil jugar. Principalmente, porque estos chicos se divierten jugando al baloncesto y eso, sobre la pista, se nota y mucho.
Un paso adelante en el físico y la intensidad defensiva, y un interior de referencia, pues Krstic está claramente en cuesta abajo, son los ingredientes que Oklahoma necesita para construir una franquicia campeona. La veremos en poco tiempo, son el futuro de la Liga.
Orlando Magic: 29-15
Un equipo nuevo sobre una misma bestia. Los Orlando Magic, protagonistas del hasta ahora mayor trade de la temporada, han querido este año dar un giro de 180º a su imagen en la Liga. Como reconoció el GM de los Magic, Otis Smith, tras el traspaso: "Orlando necesitaba empezar a ser un equipo ofensivo". Jason Richardson, Gilbert Arenas...parecen buenas piezas para conseguirlo. El primero está respondiendo, el segundo menos.
El que está siempre, y cada vez más, es Superman. Dwight Howard se está convirtiendo por momentos en imparable. Lanza casi 12 tiros libres por partido, claro indicador de lo que supone este bicho para las defensas rivales. Las defensas cerradas sobre Dwight propician tiros cómodos a los hombres abiertos que se aprovechan cada vez más. Es la temporada del paso al frente de J.J.Reddick, por ejemplo. Además, Orlando ha aprendido a correr, y correr bien.
El potencial total de la franquicia, mucho. ¿Podrán hacer frente a los gigantes y colarse en las finales? No es descabellado.
Atlanta Hawks: 29-16
Algún lector que no siga demasiado al día la actualidad NBA puede haberse sobresaltado al encontrarse tan por arriba a los Hawks, pero quienes sigan la competición americana cada noche al pie del cañón, sabrán bien que los de Atlanta bien merecen esta mención de honor.
El cuarteto que forman Joe Johnson, Josh Smith, Al Horford y Jamal Crawford les dota de una solidez ofensiva envidiable. Siempre hay opciones, referencias y estilos suficientes para parar un tren. En defensa, Atlanta sigue siendo un equipo correoso de batir y difícil de amedrentar. Mantienen la concentración en las situaciones más adversas y, de mantener el nivel, pueden volver a dar alegrías en forma de rondas de honor en play-off a una afición que ha atravesado en la última decada una muy larga travesía en el desierto.
New Orleans Hornets: 29-16
La sorpresa del inicio de la Liga. NOLA comenzó la campaña de manera fulgurante, con una racha desconocida en la historia de la franquicia y con un Chris Paul a un nivel estratosférico. Los Hornets sufrieron un bajón importante hasta prácticamente igualar su record de victorias y derrotas, pero ocho victorias consecutivas en las últimas semanas les han vuelto a meter arriba en el Oeste.
Está siendo la temporada de David West, sobre todo a raíz del bajón físico de Okafor. En el perímetro, Ariza y Belinelli confirman expectativas que algunos les niegan. Pese a lo eléctrico de su juego, New Orleans es una de las franquicias que juega a tanteadores más bajos de toda la NBA. Cabe la duda de si podrán mantener la solidez durante toda la temporada o si por el contrario comenzarán a abrirse fallas que les releguen a la zona media de la tabla.
Pero eso es futuro, y a día de hoy sólo queda reconocer el mérito de esta mitad de temporada y aplaudir a los de Monty Williams por su 'picotazo'.
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