25 años, MVP de la Copa del Rey, máximo anotador de la Liga ACB, campeón de europa y del mundo, con un contrato superior al millón de dolares (y a los dos millones, si continúa el próximo año) en un equipo NBA de play-off con amplio márgen de mejora.
En principio, las condiciones suenan idílicas para cualquiera que alguna vez haya soñado con esto de dedicarse al baloncesto, pero parece que para el señor Rudy Fernández esto no es así en absoluto y se empeña en tirar por tierra mucho de lo que ha conseguido en estos dos años, que no es poco. Acumula casi 25 minutos por partido en sus dos primeras temporadas, algo de lo que pueden presumir pocos, es muy querido por la afición local y es el principal revulsivo y tirador de su equipo. ¿Qué falla?
Rudy alega cada vez que declara públicamente sus deseos de regresar a Europa motivos personales y deportivos. Los motivos personales no los podemos juzgar pues no los conocemos, lo de los deportivos suena a milonga. Sin ir más lejos en esta misma pre-temporada está siendo el mejor jugador de su equipo, infalible desde el 7.25 y anotando como no hizo la temporada pasada, pero sigue saliendose del tiesto, tanto él como su agente, ante la prensa, lo cual le ha costado ya 2 multas económicas por parte del comisionado de la NBA. El propio David Stern afirmó que "una franquicia paga mucho dinero a un jugador por su compromiso. Si no hay compromiso, lo mejor es que devuelva todo el dinero".
No es la primera vez que la cabeza le juega malas pasadas a Rudy Fernández, dejando de lado el tema del cuestionable buen gusto de sus mechas rubias. En este mismo blog hablamos antes del Mundobasket sobre la importancia que tendría para España la recuperación mental de Rudy Fernández tras una temporada complicada. Dicha recuperación no se produjo y Rudy estuvo todo el torneo, salvo momentos muy puntuales, absolutamente out, y España lo pagó muy caro en un campeonato en el que no contaba ni con Pau Gasol ni con José Calderón.
Rudy tiene que ser consciente de que para volver y triunfar de nuevo en Europa tiene mucho, mucho tiempo, es todavía muy joven. Ocasiones para triunfar y asentarse en la NBA solo tendrá esta y con el tiempo se dará cuenta del enorme error que habría cometido de dejarla pasar. Tiene cartel de muy buen jugador en los Estados Unidos, pero a fuerza se ha ganado también el de problemático, y eso es algo visto con muy malos ojos en la mayoría de franquicias (no en los Wizards). Pero puede arreglarlo, puede ponerse de una vez a trabajar en serio y a devolver la confianza que han puesto en él además de con calidad, que ya la demuestra, con compromiso e implicación, que ha demostrado muy poca. No es tarde. No puede serlo con 25 años.
Confeti para Stern.
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